En este artículo queremos explicar de manera sencilla las dos alteraciones que pueden presentarse en tono muscular.
Los músculos son el motor que mueve el cuerpo a través del espacio. Éstos están controlados por el sistema nervioso central(SNC) y periférico (SNP), que a través de sus diferentes componentes, organiza la acción y envía la orden.
Con el fin de llevar a cabo su actividad, los músculos precisan de un tono, es decir, un grado mínimo y justo de contracción o resistencia al estiramiento pasivo. Esto hace que podamos mantener la postura y la posición durante los movimientos que hacemos en el día a día.
El tono muscular es un reflejo controlado por la médula espinal mediante los husos musculares. Los husos musculares son unas en cápsulas que se encuentran en el interior del músculo. Contienen neuronas sensitivas que se activan cuando se produce un estiramiento del músculo y mandan una respuesta a las fibras musculares que están dentro del huso. Estas fibras sensitivas están activas incluso cuando el músculo está en reposo, mandando constantemente una señal de activación al músculo, conocida como tono muscular.
Alteraciones en el tono muscular
Existen situaciones en las que los niños presentan alteraciones en el tono muscular fisiológico o “normal”, bien sea porque es más alto y existen mayor grado de contracción o porque es más bajo y existe menor grado de contracción en los músculos de lo que correspondería. Esto como podemos imaginar tiene consecuencias en la postura y movimientos de estos niños.
Algo que puede ayudarnos a entender estas alteraciones es imaginarnos que el músculo es como una goma: si es demasiado rígida apenas puede estirarse y moverse. Sin embargo, si es demasiado blanda, presentará dificultades para hacer bien la función de sujección.
Así pues, podemos distinguir dos tipos de alteraciones del tono muscular: la hipertonía y la hipotonía
¿Qué es la hipertonía?
El prefijo hiper- significa “por encima de” y –tonía hace referencia al tono. En este caso, por lo tanto, estaríamos ante un tonomuscular más elevado de lo normal.
Una de las formas en las que se pone de manifiesto este aumento del tono es por ejemplo a través del aumento de la resistencia que ofrece una extremidad cuando se le quiere mover pasivamente.
Si queremos extender de forma pasiva la rodilla de un niño cuya musculatura isquiotibial (la que se encarga de flexionarla) tiene el tono aumentado, notaremos que nos cuesta. Esto no será porque el niño esté haciendo fuerza conscientemente, por la hiperactivación que presenta esta musculatura al estar el tono alterado.
En los niños, el recién nacido sano presenta un hipertonía fisiológica en flexión, que irá disminuyendo a medida que pasa el tiempo.
Dentro de la hipertonía a su vez se distinguen diferentes alteraciones, la más conocida es la espasticidad. Esta alteración se caracteriza porque a cuanto más rápido intentemos extender esa rodilla, más aumentará el tono y antes aparecerá esa resistencia.
La espasticidad se debe a una lesión del SNC, concretamente de la primera motoneurona o haz piramidal. Este tipo de lesión es la que conocemos como parálisis cerebral espástica.
¿Qué consecuencias tiene las hipertonía?
Un aspecto importante que hemos de tener en cuenta es que un tono elevado no es igual a un aumento de fuerza. Ante una hipertonía o espasticidad, el niño no puede utilizar bien sus músculos dentro de su repertorio motriz. Y cuando un músculo no se usa, pierde fuerza.
Igualmente, el hecho de que el músculo esté en continua contracción hace que pierda, con el tiempo, sus elasticidad, terminando encontracturas si no se tratan. Esto lleva a la presencia de malas alineaciones óseas que pueden conducir a deformidades esqueléticas (como pie equino, rodilla flexa,…)
¿Qué es la hipotonía?
Al contrario que la hipertonía, hipo- significa “por debajo de”, es decir, tono disminuido.
Cuando hay hipotonía, nos encontramos frente a un niño que no presenta prácticamente ningún tipo de resistencia cuando le movemos pasivamente sus extremidades; con articulaciones hiperlaxas.
En muchos ocasiones, hay debilidad en los músculos del tronco que impide que el niño mantenga una postura en contra de la gravedad, así como un pobre control motor.
Los recién nacidos hipotónicos muestran la clásica postura en libro abierto: con las extremidades inferiores abiertas hacia los lados, “como una rana”, pegadas a la superficie.
¿Qué puede provocar que un niño presente hipotonía?
Son muchas las situaciones que pueden causar hipotonía muscular. Puede deberse a una alteración del sistema nervioso central (daño cerebral, problema cromosómico, siendo el más típico el Síndrome de Down) o del sistema nervioso periférico (enfermedades neuromusculares).
¿Qué consecuencias tiene la hipotonía?
La hipotonía también puede provocar malas alineaciones óseas, que pueden acabar provocando la aparición de deformidades esqueléticas.
Como decíamos en el ejemplo de la goma, la mala alineación se debería a que ante un tono muscular bajo los músculo no pueden generar la suficiente sujeción que evite desviaciones.
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